Detrás de la escalera central, ocultos, grises, cerrados, semiabiertos…una pared de lockers.

Inertes y fríos al tacto, preferimos darles vida con movimiento y sonido.

Representaron cada palabra, cada frase que prefigura los movimientos, configura el cuerpo, impone límites.

Lo consciente, el superyó acumula está información. Una huella mnémica?

La percusión marcaba el pulso. Eso que “hace ruido”, “quiere salir” o simplemente romper la forma. Crear movimiento. Superar el cuerpo.

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